¿Por qué no es necesaria la gestión privada de A.U.C. en el centro histórico de La Laguna? (IV)
por Alvaro Santana Acuña
PLAZAS HISTÓRICAS DESPOJADAS DE SU IDENTIDAD: EL CASO DE LA CATEDRAL
Publicado en: La Laguna mensual (ed. digital) (ed. impresa).
Mientras el desempleo en Canarias ya afecta al 35% de la población activa y a más del 60% de los jóvenes, este mes la multinacional A.U.C. volverá a recibir del ayuntamiento 23.234 euros por su calamitosa gestión privada del centro histórico. Desde abril de 2010, cuando expiró su contrato, la gestión de A.U.C. se ha prorrogado cuatro veces, lo que les ha costado a los laguneros y las laguneras un total de 962.176 euros. Asimismo, el proyecto de reconstrucción de la plaza de la Catedral costará al menos 800.000 euros (inicialmente se presupuestó en 1.2 millones) y la supuesta construcción de un nuevo estanque para los patos en la plaza de la Constitución costará 92.000 euros. Encima, ese estanque se colocaría en el parque infantil de dicha plaza. Por tanto, el parque infantil sería suprimido.
Además de la destrucción de las casas terreras, la desaparición de muros históricos (como el de la calle Tabares de Cala entre las calles Bencomo y Dean Palahi), las intervenciones irreversibles en monumentos protegidos (p.ej., la sede de la Económica) y una peatonalización técnica y estéticamente defectuosa (cuyo coste supera los 13 millones de euros), la gestión privada de A.U.C. continúa despojando a las plazas históricas de sus signos de identidad.
En la plaza del Cristo, se cortaron los olmos alegando que todos estaban enfermos y la fuente fue reemplazada por cuatro columnas de aspecto oxidado, que en unos años se retiraron. En la plaza de la Concepción, se eliminó el escalón de piedra basáltica que la rodeaba, se demolieron los bancos de piedra en forma de canapé y desapareció parte del pavimento histórico. En la plaza de la Junta Suprema, se hizo lo mismo y encima se suprimió parte del ajardinado histórico de los años 20 del siglo XX. En la plaza del Doctor Olivera, ocurrió lo mismo y, sin justificación, se demolió la antigua fuente y se instaló una nueva. En 2008, el ayuntamiento tuvo que negar rumores sobre las obras en la plaza del Adelantado; construyéndose un garaje subterráneo y cortándose arboles históricos, como en la plaza del Cristo.
La plaza de la Catedral
El entorno de la antigua plaza ya contaba con un estanque, un vergel y un corral de animales en 1515. Protocolos firmados ante notario y documentos sobre el reparto de tierras en la ciudad demuestran la presencia histórica del agua y los animales en el centro de La Laguna apenas veinte años después de su fundación en 1496. Estos documentos históricos se pueden consultar gratuitamente en el archivo municipal y el archivo histórico provincial.
Además de suprimir un “monumento emocional”, el estanque de los patos con la silueta de la isla de Tenerife, las obras pretenden eliminar sin real justificación otros elementos históricos. En especial, el escalón perimetral de basalto y vestigios del pavimento de losa chasnera del siglo XIX.
Las obras también amenazan con destruir el valioso patrimonio arqueológico bajo la plaza. Las convenciones de la Unesco para ciudades Patrimonio de la Humanidad y las leyes de patrimonio nacional y canario establecen que todo movimiento del subsuelo en el centro histórico requiere un informe previo a las obras y durante el curso de las mismas. En la plaza de la Catedral, las obras se comenzaron sin dicho informe y han sido paradas. ¿Por qué?
A diferencia de las obras sobre la superficie de la plaza realizadas en la década de 1980, las obras actuales pretenden rebajar 70 centímetros el suelo, lo que atenta contra el trazado histórico de la ciudad y el deseo de levantar la plaza sobre la calle tras construirse la fachada catedralicia en la década de 1820. Asimismo, el rebaje del suelo afectaría a restos arqueológicos, cuya antigüedad puede alcanzar los quinientos años, dado que la urbanización del entorno de la plaza comenzó en 1512.
Desde 2007 existe un convenio entre el ayuntamiento y el departamento de Biología Vegetal de la Universidad de La Laguna en materia de botánica. Dicho convenio vela por el buen estado de los jardines públicos del centro histórico. Con las obras de la plaza de la Catedral, el ayuntamiento no ha respetado el convenio, pese a la existencia de dragos, palmeras y otros árboles casi centenarios.
Finalmente, resulta alarmante el déficit de transparencia democrática. En la página de Internet del ayuntamiento, se muestra el proyecto de la plaza de la Catedral realizado por la multinacional A.U.C. Dicho proyecto incluye un gran estanque para los patos (véase la foto), así como la eliminación del pavimento, los jardines y los bancos de canapé. Contraviniendo de nuevo la ley (en concreto, el artículo 33 de la Ley de Patrimonio de Canarias), ese proyecto se ha modificado varias veces sin informar adecuadamente a la ciudadanía y sin la obligatoria aprobación técnica por parte del Cabildo.
Frente a esta política encubierta de destrucción patrimonial protagonizada por la multinacional A.U.C. y apoyada por el grupo de gobierno, un número creciente de ciudadanos tanto en la calle como en las redes sociales, así como asociaciones vecinales, profesores de la universidad, instituciones culturales, partidos políticos y medios de comunicación siguen exigiendo un retorno a la gestión pública del patrimonio (como se hacía antes del contrato millonario de A.U.C.) y una mayor participación ciudadana en las decisiones sobre la gestión patrimonial.
Algo que me parece increible es que el consistorio politico de la ciudad de San Cristobal de La Laguna se considere «lagunero». Estos politicos tienen la incomoda virtud de pasar a los libros de historia como «aquellos»destructores de indiosincracia de una Ciudad paradigma de la polivariedad de todas aquellas personas venidas de multiples rincones ,tanto del archipielago como de lugares mas lejanos de este planeta. Como lagunera me siento avergonzada y profundamente herida al ver desaparecer todo aquello que formo parte de mi infancia y adolescencia. Ya no reconozco mi bella Laguna